Los
trastornos que pertenecen a este grupo comparten muchas
características con los trastornos de la personalidad que ya
describimos. Los que los hace diferente es que cada uno de estos
trastornos tienen un componente importante de ansiedad o
temor.
Trastorno de la personalidad evitativa
Este se caracteriza por baja autoestima, temor a la evaluación negativa y una abstinencia conductual, emocional y cognoscitiva de la interacción social. En la terapia, las personalidades evitativa expresan poco afecto, aceptación y amistad.
El temor al rechazo desempeña un papel clave para que estas personas se alejen de las relaciones personales. No establecen una relación a menos que la otra persona les ofrezca una garantía poco común de aceptación sin critica.
El conflicto que experimentan es por desear afecto y, al mismo tiempo, dudar de la aceptación que tendrán por parte de los demás. No parecen ser capaces de liberarse de la creencia de que cualquier intento de amistad terminara en dolor y desilusión.
Trastorno de la personalidad evitativa
Este se caracteriza por baja autoestima, temor a la evaluación negativa y una abstinencia conductual, emocional y cognoscitiva de la interacción social. En la terapia, las personalidades evitativa expresan poco afecto, aceptación y amistad.
El temor al rechazo desempeña un papel clave para que estas personas se alejen de las relaciones personales. No establecen una relación a menos que la otra persona les ofrezca una garantía poco común de aceptación sin critica.
El conflicto que experimentan es por desear afecto y, al mismo tiempo, dudar de la aceptación que tendrán por parte de los demás. No parecen ser capaces de liberarse de la creencia de que cualquier intento de amistad terminara en dolor y desilusión.
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