RELACIONES SOCIALES



Por consiguiente, individuos que son incapaces de ser espontáneos (como los niños más tímidos y controlados) tienen dificultades para establecer relaciones sociales informales. Mientras que los más impulsivos e incapaces de controlar sus emociones destructivas (undercontrol) suelen tener más problemas con las figuras de autoridad.
Una conclusión del estudio que destaca Soledad Larraí
 , psicóloga infantil y consultora Unicef, es que demuestra que los primeros años de vida de un niño (4 ó 5) son vitales para su posterior integración al mundo adulto. "Y en esta etapa los padres y la forma de relacionarse con sus hijos son esenciales y, por lo tanto, son los principales responsables del desarrollo de su personalidad".

TIPOS DE PSICOSIS QUE AFECTA AL NIÑO


Autismo infantil;Esquizofrenia infantil.
  • Sentimientos injustificados de sospecha y desconfianza hacia otras personas.
  • Hipersensibilidad.
  • Expectativa, sin justificación suficiente de que otras personas explotaran y dañaran al individuo;
  • Una tendencia a encontrar significados ocultos o mensajes amenazantes en conductas o sucesos inofensivos (por ejemplo, sospechar que un vecino saca la basura temprano para molestarlo)

ALIMENTACION DE LOS NIÑOS


TRANSTORNO DE LA PERSONALIDAD PASIVA-AGRESIVA


Los individuos que sufren este tipo de trastorno de la personalidad suelen resistirse a las demandas de desempeño adecuado, tanto en el trabajo como en su vida social.
A pesar que tienen la capacidad de comportarse de manera más efectiva, sabotean sus logros por medio de la dilatación, la ineficacia intencional, la obstinación y el olvido.
Como su nombre lo sugiere, las personalidades pasivas – agresivas se resienten por las demandas que se les hacen, pero en lugar de expresar estos sentimientos de manera directa, reflejan su enojo por medio de la
resistencia pasiva y el impedimento del logro de los objetivos.
Por ejemplo, si un supervisor le pide a una persona pasiva – agresiva (empleado), que le haga un
informe complejo para el día siguiente en la mañana, es más probable que extravíe algunos de los datos que se necesitan, en lugar de decir a su supervisor en forma directa que su petición no es razonable.
El comportamiento de un individuo pasivo – agresivo se puede comparar con una situación que suele encontrarse en la crianza de los hijos. El niño lleva a los padres hasta el límite del control y después retrocede a tiempo para evitar el regaño.
Al igual que el niño, el individuo pasivo – agresivo es en extremo sensible a los
límites de los demás y llega hasta éstos pero no los traspasa.
Los mecanismos de afrontamiento pasivos – agresivos por lo general no son una forma efectiva de vivir, pero los individuos de este tipo, parecen no darse cuenta de que su propio comportamiento contribuye a hacer las situaciones más difíciles.
Rasgos clínicos del trastorno de la personalidad pasiva – agresiva
Una persona que tiene varias de esta características se puede considerar que padece un trastorno de la personalidad pasiva – agresiva.
  1. Demora la realización de las tareas rutinarias que necesita llevar a cabo, en especial aquéllas que alguien más solicita.
  2. Se enoja, irrita o discute cuando alguien le pide que haga algo que no quiere realizar.
  3. Parece trabajar con mayor lentitud en forma deliberada o no hace un buen trabajo cuando se trata de tareas que no quiere realizar.
  4. Protesta, sin justificación alguna, porque otras hacen peticiones irracionales.
  5. Evita las obligaciones al aducir que se le olvidan.
  6. No cumple con su parte del trabajo y así obstaculiza los esfuerzos de los demás.
  7. Critica o desprecia a las personas que ocupan posiciones de poder en un grado irracional

EL TRANSTORNO DE LA PERSONALIDAD



Las personas que presentan este trastorno de la personalidad presentan dos características básicas:
1ro. - Permiten en forma pasiva que otras personas tomen todas las decisiones importantes en su vida porque no tienen confianza y se sienten incapaces de funcionar de manera independiente.
2do. – Para asegurarse de que no perderá su posición dependiente, someten sus propias necesidades a las necesidades y demandas de otros.
Las personalidades dependientes temen a la separación y tienen una necesidad excesiva de que alguien se preocupe por ellas. Como consecuencia de ello, son sumisas y demasiado apegadas.
Los individuos dependientes tratan de volverse tan complacientes que nadie sería capaz de abandonarlos. Son retraídos, siempre complacientes y tratan de congraciarse en forma continua. Si se les deja solos, se sienten vacíos, en extremo ansiosos e incapaces de funcionar.
Los individuos dependientes creen que deben actuar con sumisión y obediencia con el objeto de conservar a las demás personas. También se comportan de manera afectuosa y con admiración por sus protectores.
Las causas de los trastornos de la personalidad dependiente no están claras. Una posibilidad es que los individuos dependientes tienen padres sobreprotectores que les hicieron la vida tan fácil cuando eran niños que nunca aprendieron habilidades para el afrontamiento.

CONDUCTA ANSIOSAS O TEMEROSAS


Los trastornos que pertenecen a este grupo comparten muchas características con los trastornos de la personalidad que ya describimos. Los que los hace diferente es que cada uno de estos trastornos tienen un componente importante de ansiedad o temor.
Trastorno de la personalidad evitativa
Este se caracteriza por baja
autoestima, temor a la evaluación negativa y una abstinencia conductual, emocional y cognoscitiva de la interacción social. En la terapia, las personalidades evitativa expresan poco afecto, aceptación y amistad.
El temor al rechazo desempeña un papel clave para que estas personas se alejen de las relaciones personales. No establecen una relación a menos que la otra persona les ofrezca una garantía poco común de aceptación sin critica.
El
conflicto que experimentan es por desear afecto y, al mismo tiempo, dudar de la aceptación que tendrán por parte de los demás. No parecen ser capaces de liberarse de la creencia de que cualquier intento de amistad terminara en dolor y desilusión.

DRAMATIZACION


Trastorno de la personalidad narcisista
La palabra "narcisismo" proviene del
mito clásico acerca de un hombre joven, Narciso, quien se enamoró de su reflejo en un estanque. Como nunca pudo asir su propia imagen, se desesperó y murió de angustia.
Las personas con este trastorno tienen un sentido exagerado de su propia importancia o singularidad y pueden pasar por horas fantaseando acerca de sus éxitos, belleza y poder.
Las personas que lo padecen son incapaces de comprender cómo se sienten los otros; si se le critica, desprecia o ignora, puede reaccionar con una fría indiferencia o sentir rabia, humillación, etc.
Rasgos clínicos del trastorno de la personalidad narcisista.
Una persona que tiene por lo menos cinco de estas características se puede considerar que padece un trastorno de la personalidad narcisista.